1 feb 2012

El inicio


Mi rutina laboral es como la de muchos de vosotros. Me levanto pronto por la mañana, desayuno, cojo el maravilloso transporte público de Madrid que me traslada a mi oficina, me siento y… paso 8 horas diarias delante de un ordenador de lunes a viernes sin nada que hacer… sin trabajo porque no hay… tocándome los huevos durante 8 horas desde hace demasiados años… y mientras tanto mis compañeros… hacen lo mismo.

En mi puesto de trabajo no es que no haya carga de trabajo… es que no hay trabajo, hay excedente de personal y claro uno se llega a preguntar cómo se ha llegado a esa situación, ¿cómo consigo pasar 8 horas diarias delante de un ordenador haciendo como que trabajo sin aburrirme? Creo que tengo que remontarme varios años para intentar daros una explicación de cómo llegue a esta situación.

Supongo que el día que cambió mi destino fue una tarde cualquiera, allá por 1995 en la que como cualquier hijo de vecino empiezas a hacerte preguntas trascendentales ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿a qué huelen las nubes?, ¿para qué sirven los pelos del pubis?, ¿para estar calentito?, ¿qué quiero hacer con mi vida?…  En aquella época a los jovenzuelos nos gustaban los ordenadores, se hablaba del efecto 2000, del dinero que se ganaba con la informática, del fin del mundo, de la cantidad de porno que se podía ver con un ordenador y dadas esas expectativas de trabajar en algo que te gusta y encima ganando dinerito, elegí estudiar informática. Con el tiempo me di cuenta de que fue un gran error, ¿qué hubiese sido de mi vida ahora mismo si hubiera elegido otra cosa?, tenía que haber sido notario, abogado, cajero del Carrefour, médico, o prostituto… seguro que me iría mucho mejor, pero eso nunca lo sabremos.

Mi paso por la universidad fue como la que a todos se os viene a la cabeza de esas películas americanas, todo a lo grannnnde, con fiesssshtas, desmadre y diversión a raudales… Qué recuerdos!!!! aquella facultad situada en medio de un descampado donde no había nada alrededor, donde te sentabas en el césped y encendían los aspersores para desalojar a la gente, donde el 5% del alumnado eran chicas, donde las fiestas se celebraban en un cuarto de 10m cuadrados que llamaban cafetería. Siendo la facultad de informática pensaba que iba a estar todo el tiempo cacharreando con un ordenador y que iban a tener unos equipos impresionantemente buenos… El primer año de carrera el ordenador casi ni lo toqué y en cuanto a las últimas tecnologías, sí, usábamos los últimos ordenadores que nadie quería [que recogían del punto limpio].

Finalmente conseguí acabar la carrera, tenía en mi poder un bonito título firmado y certificado por el rey de todos los españoles, ese tan campechano. Un titulo en el que se lee que tengo unos aaaaaaaaaaamplios conocimientos informáticos, así que con mi titulito bajo el brazo empecé a buscar trabajo en este mundo [a buscarme el pan de cada día].

Iba, venía y por el camino me entretenía, después de unas pequeñas incursiones bastante fructíferas en el mundo de la enseñanza privada y en la banca, Cristo Bendito tocó mi hombro para entregarme algo, un fantástico regalo en forma de puesto de trabajo en una de las grandes consultoras de este país, viva!!!! Yujuuuuuu!!!! Fieshhhtaaaaa!!!! Camisetas fueraaaa!!!!. Esta cárnica* me ofrecía una fantástica y maravillosa beca para formación y ampliación de conocimientos, vamos lo que viene siendo: “no tienes ni puta idea y te vamos a decir como tienes que trabajar y con qué”. Durante mi período de becario no cobré un duro para que no fuese por ahí derrochando mi millonario sueldo. Aún así… todo el mundo sabe que los informáticos siempre han ganado pasta, así que aguanté con mi mejor sonrisa, mi mejor traje y mi mejor corbata hasta el día en que emocionado, recibí mi primera nómina como programador.

*NdE: Cárnica = Empresa informática de mierda que trata a sus empleados como carne picadita y la vende baratita.

1 comentario:

  1. Que grande Franchu!!!.
    De la cárnica (en la que sigo, ojalá por corto espacio de tiempo), lo mejor que quedó fue la gente. Por lo que he podido entender de las lecturas al menos, algo mejor que la gente con la que ahora compartes tus 8 horas de suplicio.
    Sigo pensando en montar un estanco y largarme para que en vez de ser yo la herida, humillada, y mal pagada sean otros los que entren y hacer honor a la famosa rotación de los webs!!!. Seguramente necesitaré socio con amplia experiencia en el sector, amable, educado y que sepa muy bien ponerse unas deportivas para ir a currar. Te apuntas!!???

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