8 mar 2012

Las apariencias engañan

Había llegado el día, no me lo podía creer, estaba ansioso, nervioso, sabroso, me corría de gusto sólo de pensarlo. Después de unos días de adaptación había llegado el momento en que me asignaron mi primera tarea. Yo pensaba que sería algo súper importante como llevar el café al Boss, hacerle el nudo de la corbata a mi coordinador o ir a hacer fotocopias para un trabajo del colegio del niño pequeño de mi anal - lista, pero no, era mucho mejor, tenía que resolver una incidencia de un usuario con muy malas pulgas y que echaba espuma por la boca.

Ansioso me dispuse raudo y veloz a abrir todas las herramientas necesarias para llevar a cabo tan importante tarea, el Word, el photochop, el solitario de Windows, petardas.com…  Ante mis ojos se abrieron un sinfín de recursos que esta empresa me proporcionaba para realizar mi trabajo de forma eficiente, no sabía por cual empezar, no sabía por cual decantarme, pero opté por en el que tenía más experiencia, un bolígrafo BIC y un folio en blanco. Me puse a analizar de forma concienzuda el código donde se encontraba el error, y según avanzaba me iba dando cuenta de la complejidad extrema del proceso que ante mis ojos discurría. Sobre todo quedé prendado de que solo contenía un comentario que explicaba todo el código, decía: /“*** Más código en programaciónparainútiles.com ***/, esto me hizo darme cuenta de que la persona que lo había realizado era un dios de la programación, había usado las mejores técnicas de programación que te enseñan en las escuelas de mayor renombre para realizar un código sencillo, útil, legible y eficiente. Quería conocerla, tenía que conocerla, darle las gracias por la oportunidad de estar cerca de un ser de tanto parangón y del que podría aprender tantas y tantas cosas.

Después de quedar obnubilado por la calidad del código  por fin encontré el error, lo revisé y me aseguré en varias ocasiones y no había duda, había encontrado el problema, con una sonrisa de oreja a oreja me dirigí a LaZorra para comunicarla mi hallazgo y para ir causando buena impresión pensé una solución rápida, sencilla e indolora que no provocaría ninguna molestia para los usuarios…  Cuando llegué a su sitio LaZorra me miró con cara de superioridad y con bastante desagrado dejó la lectura del libro “Como ser una zorra sin que tus compañeros se den cuenta”. Ahora que tenía su atención enérgicamente le comuniqué mi descubrimiento y que la forma de solucionar el entuerto era ir a Inicio -> Apagar el ordenador… su cara era imperturbable, su rictus no cambió ni un ápice, ¿estaría analizando mi solución?, ¿estaría analizando el nubarrón que amenazaba joderle el fin de semana?, ¿estaría pensando cuando se tenía que hacer las ingles brasileñas? Por fin se decidió a articular palabra y de su boca salieron unos sonidos que marcarían desde ese momento mi estancia en este lugar y que nunca olvidaré “Eso de Inicio -> Apagar es una tontería, esa opción está ahí puesta para aparentar, y solo hace que el ordenador vaya más lento, la forma eficiente de apagar el ordenador es tirando del cable blanco que hay por detrás”.

Ante tal respuesta solo me quedó volver a mi sitio con cola entre las piernas, llorando por mi ignorancia y pensando en cuanto me quedaba por aprender para convertirme en alguien respetable en este lugar.

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